El Colectivo de Organizaciones y Empresarios (CORE33) exhortó al Congreso de la Unión que antes de aprobar reformas laborales escuche al sector empresarial, toda vez que las propuestas de reducir la jornada laboral, duplicar el aguinaldo y otras, vienen a reducir la productividad, incrementa los gastos de operación y se fomenta la informalidad.
El presidente en turno del CORE33, Luis Enrique Bolaños Amador, puntualizó que el detalle es que tales reformas impactarán de manera grave en la capacidad y operación de las empresas y las pondrá en desventaja contra las empresas que operan en la informalidad.
“Ya quedó demostrado que el aumento al salario mínimo no ha reducido la informalidad laboral, y si a eso le sumamos qué tenemos problemas para completar las vacantes, subcontratar personal, el escenario es complicado”, dijo.
Antes de aumentar la carga social al empresario, demandó, trabajemos para que no haya un solo mexicano en edad de trabajar sin seguridad social, sin acceso a la vivienda y eso solo puede generarse si todas las empresas aseguran a sus trabajadores ante el IMSS
En el mismo sentido se expresó José Ambrocio Valenzuela, presidente de la Asociación de Estacionamientos Privados con Servicio al Público, quien lamentó que los legisladores federales piensen que los salarios se deben elevar por simple decreto, sin importarles que haya empresas que posiblemente no puedan pagar esos incrementos, además de que inhibe el desarrollo empresarial.
Respecto a la reducción de la jornada laboral a cinco días, advirtió que el impacto es que en los hechos sería un día menos productivo por semana para el país.
“Prácticamente –aseguró– el comercio va a bajar su actividad, y todas las actividades turísticas y todo lo que conlleva los productos y servicios”.
Advirtió que reducir la jornada laboral, incrementar la prima vacacional y duplicar el aguinaldo, llevará a las empresas a una obligada automatización para reducir el número de trabajadores y con ello reducir el gasto operativo.
En tanto, el presidente de la Alianza para el Desarrollo y Competitividad de las Empresas (ADECEM), Julio César Silvas Inzunza, precisó que ya ha habido mejoras al salario de los trabajadores y ello no se ha reflejado en una mejora de la productividad de las empresas, tal como lo muestran los Censos Económicos de INEGI de 2014 y 2019.
En una década, explicó, en Sinaloa las únicas empresas que tuvieron un avance positivo, ya que estaban en -10.6 por ciento de improductividad y que pasaron a 2.0, ya en positivo, son las microempresas.
Pero en el resto de las unidades económicas, añadió, las pequeñas empresas tienen una improductividad negativa del -11.5 por ciento, las medianas empresas el -19.5, y las grandes empresas de -66.6 por ciento.
“¿Qué significa ello?, que aún con todas las mejoras al salario, en la productividad no se ha tenido un efecto”.

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