El auge de las redes sociales a raíz de la pandemia fue un factor determinante que vino a detonar el ciberbullying, fenómeno social, cuya característica principal es que lo practican menores de edad y adolescentes, apuntó el psicólogo universitario, maestro Jorge Luis Ceyca Hernández. 

El docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), explicó que este término se desprende del bullying o acoso escolar, pero que su contexto se da con base en las nuevas tecnologías, herramientas con las que las nuevas generaciones vienen interactuando mayormente.

“No es otra cosa que el acoso reiterativo de una conducta con intención, por un periodo largo, con afectaciones, sobre todo para la víctima”, expuso.

Puntualizó que dentro de las características que distinguen y que se globalizan en este tipo de acoso cibernético se encuentra el hostigamiento, la exclusión, los insultos, amenazas, denigración, racismo, entre otros comportamientos ofensivos que dañan la calidad moral, emocional y psicológica de la persona. 

“Hubo personas que aprovecharon este tipo de conductas y utilizaron de forma negativa, por llamarlo de alguna manera, y comenzaron precisamente a dañar, porque es un daño no solamente en factor emocional, también hay somatizaciones físicas, entre ellas puedo mencionar el nerviosismo, la ansiedad, el estrés que posteriormente se puede convertir en depresión hasta llegar a un suicidio”, informó.

Señaló que por lo general los agresores u observadores, son individuos que conocen del manejo de las tecnologías, tienen problemas para socializar y baja autoestima, actitudes que los llevan a hacer un mal empleo de los medios digitales para molestar, amenazar e intimidar a aquellos que son vulnerables o que desconoce del uso de los medios virtuales.

“Cuando ya tiende a no socializar, bajo rendimiento escolar, ya no quiere acudir a los centro o simple y sencillamente se aísla de todos, entonces ahí, donde nosotros debemos tener en cuenta esa parte para darle un acompañamiento y sienta una red de apoyo en este caso comunicándonos y que nos tenga la confianza sobre todo de decirnos qué está ocurriendo”, dijo.

En ese sentido, el especialista en tecnología educativa, subrayó la importancia de que los padres mantengan una estrecha comunicación con sus hijos para detectar a tiempo si están siendo víctimas de acoso virtual y ante cualquier indicio, tomar acciones, como captura de la información que sirva como evidencia y a denunciar ante a las autoridades de la Policía Cibernética, para que ayuden a borrar material que afecte la integridad de la víctima y a localizar a los agresores, quienes están practicando el ciberbullying.

“En este proceso que no es fácil y que no es instantáneo, llevar un acompañamiento de terapia psicológica para que, en este caso, el menor o el adolescente salga adelante y eleve su autoestima”, sugirió.

Finalmente, recomendó a los padres de familia hablar con sus hijos sobre el manejo responsable de las redes sociales, así como a fortalecer los valores y principios que están correlacionados con este tipo de conductas.

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